Sociedad

Una EBAU única: esa quimera de la que todos hablan pero nadie ejecuta

Desde la Conferencia de Rectores y Rectoras están trabajando en una propuesta con una serie de criterios comunes

  • Exámenes de Selectividad.

Llegan días importantes para miles de jóvenes en España. En las próximas semanas se celebrará la EBAU que decidirá el futuro de los estudiantes. Con ella aparece también uno de los grandes debates en educación: establecer una prueba común a nivel nacional.

El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ya propuso a principios del 2024 implantar una Selectividad universal para todos los territorios.

En esta línea, la Conferencia de Rectores y Rectoras (CRUE) estuvieron trabajando el año pasado en una nueva PAU, como ha sido redenominada la prueba de acuerdo al Real Decreto 534/2024, de 11 de junio, para este 2025 con una serie de criterios generales.

Un modelo de examen único para cada materia, 90 minutos por prueba y un enfoque dirigido a evaluar la habilidad competencial de los alumnos son algunas de las diferentes pautas que recogía la propuesta de la CRUE.

Este año, la CRUE ha seguido trabajando en esta propuesta para conseguir “una EBAU lo más armonizada posible”, dice a Vozpópuli Mª Antonia Peña, presidenta de Crue-Asuntos Estudiantiles y rectora de la Universidad de Huelva (UHU).

Los 17 distritos universitarios han pactado una PAU más común para 2026 respecto a la estructura del examen, las materias a evaluar y los criterios de corrección.

Así, han logrado armonizar 30 de las 35 asignaturas que son examinables en la Selectividad. Asimismo, han sugerido crear un Observatorio de materias PAU para poder realizar un seguimiento de cómo actúan las CCAA.

“El año pasado ya hicimos un primer esfuerzo y hubo unos acuerdos mínimos que se implantaron en la mayoría de las comunidades y luego este año hemos seguido profundizando” dice la portavoz de la CRUE. “No es un punto final, sino que es un avance importante que debe continuar en futuros años todavía profundizando más en esta armonización”, manifiesta Peña.

Una prueba común “sería una forma de garantizar que todo el alumnado compite con las mismas posibilidades”, defiende Estefanía Hita, profesora del Máster Universitario en Dirección, Liderazgo y Gestión de Centros Educativos de la Universidad Internacional de Valencia - VIU.

Estableciendo una serie de parámetros de corrección generales, “cada respuesta se calificaría siguiendo los mismos criterios generales y, al mismo tiempo, se mantendría la diversidad propia de cada comunidad autónoma en cuanto a contenidos y ejemplos cercanos a su realidad”, comenta a Vozpópuli Hita.

¿Es factible una PAU común?

Los expertos consultados por Vozpópuli coinciden en que una prueba común sería factible, pero respetando las características y cualidades de las distintas regiones de España.

“Cada comunidad enseña con matices propios, vinculados a su contexto social, cultural y, en varios casos, lingüístico”, cuenta Estefanía Hita. “Por eso, un examen idéntico no resolvería el problema de fondo y podría generar desigualdades nuevas”, explica la experta.

“No podemos hacer un examen que no se acople a lo que el estudiante ha estudiado en segundo de bachillerato”, comenta Mª Antonia Peña.

Hita señala que para establecer un examen general es esencial decidir “para qué evaluamos”. Así, insta a que en la EBAU se mida “la capacidad de aplicar, analizar y comunicar, como pide la ley” y no la memoria.

De esta manera, las expertas consultadas apuestan por una estructura básica compartida y unos criterios de corrección equivalentes, pero un contenido adaptable a la realidad de cada territorio.

Una de las principales cuestiones en este debate es ese examen de más que los jóvenes de comunidades con lenguas cooficiales -Galicia, País Vasco, Cataluña, Comunidad Valenciana y Baleares- tienen que hacer.

“La lengua oficial de cada CCAA forma parte del currículo y de la vida académica del alumnado igual que cualquier otra materia”, justifica Estefanía Hita.

El estudiante para desenvolverse en esta comunidad tiene que funcionar con dos lenguas, es razonable que se le pida conocimientos sobre ambas”, argumenta Mª Antonia Peña.

Diferentes pruebas, mismo a la universidad: ¿es más fácil la Selectividad en unas comunidades que en otras?

A pesar de que haya diecisiete pruebas distintas en España, cada una con sus preguntas y criterios de evaluación, los estudiantes pueden matricularse en cualquier universidad, independientemente de donde hayan realizado la EBAU. Aquí yace el conflicto de que en algunas CCAA es más difícil que en otras.

“Las diferencias territoriales tienen un carácter de matiz social y económico”, comenta la rectora de la Universidad de Huelva, quien tacha la idea de que algunas pruebas sean más fáciles que otras de “opinión demagógica”.

“La idea de ‘examen más fácil’ suele surgir de dos factores: el tipo de preguntas y los criterios de corrección”, apunta Hita.

“Sin estas reglas comunes, basta que una región aplique una penalización ortográfica más suave para que sus alumnos crean tener ventaja, o viceversa”, comenta la experta de la VIU. Así, insiste que, independientemente del tipo de ejercicio, es importante determinar qué se evalúa.

Para garantizar una igualdad hay que actuar tanto en las aulas como de cara a la prueba. “Hay que contar con un currículo claro en cada Comunidad y recursos suficientes para que todos los centros trabajen las mismas competencias durante Bachillerato”, dice Hita.

Posteriormente, en la EBAU, además de esos criterios comunes, es necesaria una “formación compartida para los correctores y sistemas de seguimiento de resultados que detecten desajustes y permitan corregirlos con agilidad”, expone Estefanía Hita. “7. Solo así la nota final reflejará oportunidades reales homogéneas”, añade.

En esta línea, otra de las diferencias que desde CRUE proponen igualar es la armonización de fechas de previsión y matrícula en toda España. “Sí que hemos insistido en eso porque es lo que hace que la vida del estudiante sea mucho más complicada”, apunta Peña.

Por otro lado, otro aspecto en el que trabaja la Confederación de Rectores y Rectoras es la diferencia de ponderación que existe de una misma asignatura en diferentes universidades.

“Eso sería una etapa posterior que también queremos emprender”, explica Peña. “Dentro de los sistemas universitarios ya se está trabajando en esto, pero aun no se ha alcanzado”, añade.

Aunque los estudiantes puedan inscribirse en cualquier universidad del país, la mayoría opta por estudiar en su comunidad autónoma.

Solo el 18,3% de los universitarios cambiaron de CCAA, mientras que el 31,4% se fueron a una provincia diferente, según datos del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades (MICIU). No obstante, estos porcentajes han crecido considerablemente en los últimos años.

Siguiendo con la tendencia, el pasado 2024 ha supuesto un nuevo récord de estudiantes matriculados, presentados y aprobados en la PAU.

341.831 estudiantes se matricularon el curso anterior. Se presentaron el 95,8% y aprobaron 295.250 estudiantes (el 90,2% de los presentados), de acuerdo con la Estadística de las Pruebas de a la Universidad.

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