Estilo de vida

El balneario favorito de la nobleza del siglo XIX vuelve a la vida un siglo después

Fundado en 1851 el balneario de La Albotea era un punto de encuentro para la nobleza. Un incendio a principios de siglo XX obligó al cierre de sus instalaciones

  • Vista aérea del balneario de La Albotea -

A mediados del siglo XIX, solo unos pocos tenían el privilegio de disfrutar de un tiempo de descanso. Unos pocos días del año en los que las clases pudientes dejaban su vivienda habitual y marchaban a descansar a las afueras, preferiblemente al campo, a respirar aire fresco. Eran los inicios de las vacaciones, de las que hoy todos disfrutamos.

El pasatiempo favorito de la nobleza española de entonces era disfrutar de los balnearios, a los que acudían "a tomar las aguas". Repartidos por toda España, unían descanso y cuidado (el plan perfecto para las grandes damas y los importantes señores). Es posible imaginarse a la Reina Isabel II y todas sus amistades planeando escapadas a estos especiales enclaves, con el objetivo de mejorar sus múltiples problemas de salud.

El norte de España era especialmente rico en balnearios. Y entre los más exitosos se encontraba el de La Albotea, en Cervera del Río Alhama (La Rioja). Desde su creación en 1851, cada año, cientos de barones, condesas y damas se daban cita en él, a fin de encontrar solución a sus dolencias gracias a las aguas medicinales y, por qué no decirlo, descansar del ajetreo de la vida noble. 

El Balneario de La Albotea comenzó su actividad por iniciativa del Doctor Manuel Mateu i Fort, un estudioso de las aguas mineromedicinales que, gracias a la ayuda de un zahorí, descubrió el manantial que surte al establecimiento. Tras recoger varias muestras de agua, decidió enviarlas para analizar y así se comprobó que tenían propiedades curativas. Fue en aquellos años cuando se abrió al público la Galería de Baños y una hospedería y cuando La Albotea ocupó un lugar destacado en el termalismo de nuestro país.

El éxito era arrollador, y el balneario se convirtió en uno de los más importantes de España y gran motor económico de la zona, ya que atraía a las clases más pudientes. Pero la desgracia marcó la historia de La Albotea. Un incendio arrasador a principios del siglo XX obligó al cierre de sus instalaciones. Los acontecimientos que tuvieron lugar en España, que desembocaron en una cruenta guerra civil, no se lo pusieron fácil. El balneario pasó más de cien años dormido.

Recuperar una joya histórica

La Albotea es, sin duda, una joya, no solo por los beneficios medicinales de sus aguas, sino también por su valor histórico. Por ello, a comienzos del siglo XXI, Relais Termal, la primera Cadena de Balnearios de España, se propuso recuperarlo y devolverle a la vida. "No ha sido una tarea fácil. Llevamos más de 20 años luchando por sacarlo adelante", explica a Vozpópuli Miguel Mirones, presidente del grupo Relais Termal y del Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE). 

Cientos de trabas burocráticas paralizaron el proyecto durante 20 años. Cuando por fin se veía la luz, llegó la pandemia, que volvió a obstaculizar la esperada reapertura, cien años después de aquel desgraciado incendio. 

Durante el verano de 2024, el balneario volvió a ver turistas que buscaban descanso en sus aguas. Y por fin, este mes de abril se produjo la reapertura oficial, con autoridades de La Rioja, amigos y vecinos. Por fin, La Albotea ha vuelto a ser lo que era entonces. 

Para no olvidar lo que fue un día, Mirones tomó una decisión: mantener como centro del Balneario los baños originales, a los que hoy todavía se puede acceder. El origen de todo, incluidas las bañeras de piedra donde entonces se bañaba la nobleza española, permanece intacto. Un recuerdo de lo que fue y se mantuvo un siglo en silencio.  

Hoy en día, el Balneario se ubica en una finca de cinco hectáreas. En el antiguo Edificio de Hospedaje, construido durante el siglo XX y totalmente rehabilitado, se alojan la recepción, salones, cafetería, restaurante y 30 habitaciones en las plantas superiores, de las cuales 3 son suites. Relais Termal ha añadido un edificio adicional con otras 30 habitaciones orientadas hacia el valle del Río Alhama y los jardines del balneario, además de una piscina exterior con un extraordinario diseño. El edificio es rompedor en su diseño aunque totalmente integrado en el paisaje y fue diseñado por los arquitectos Capilla y Vallejo.

Vista aérea de la piscina exterior de La Albotea

 

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