A estas alturas, tratar al PSOE como si fuera un partido político normal solo puede deberse a dos cosas: a una fe ciega en los milagros o a un golpe fuerte en la cabeza. Como si compitiera en el terreno de las ideas, como si sus siglas representaran algo más que un chiringuito con carnet. Pero no: el PSOE ya no es un partido, es una forma de ocupación del Estado. Una estructura establecida con la paciencia de una hiedra: se agarra, trepa, asfixia y ahí se queda.
Lo que una vez quiso parecer un referente del socialismo europeo, hoy es una maquinaria clientelar que sobrevive pegada al presupuesto público como una lapa. Su única ideología es la supervivencia, su único proyecto, seguir en el cargo. ¿Ideas? Las justas, y si pueden escribirse en una pegatina del ministerio correspondiente, mejor.
Cuando ya no queda forma humana de tapar el hedor, entonces, y solo entonces, sacan el repertorio: "autocrítica", "regeneración", "rendición de cuentas". Palabras mágicas que funcionan como ambientador: no eliminan el problema, pero lo camuflan un rato. Y si ni por esas cuela, se activa el protocolo habitual: señalar a la oposición, a los jueces, a los medios críticos, o, si la cosa está fea, resucitar a Franco o volver a la guerra civil. Que nunca falla.
Felipe González, el hombre que pasaba por allí mientras su Gobierno montaba una banda armada, nos da ahora lecciones en prime time sin haber pisado un juzgado. Y nos alerta con cara seria contra “los populismos”, como si él no hubiera presidido el periodo más turbio y corrupto de la democracia española
¿Y qué decir del sanchismo? Nada nuevo bajo el sol. El PSOE ya venía entrenado. Porque esto no lo ha inventado nuestro Adonis presidencial, él solo ha actualizado el sistema operativo. Lo que tenemos hoy es una versión 5.0 de un partido que lleva décadas funcionando con lógica de clan, no de democracia. Ahí están los GAL: terrorismo de Estado, fondos reservados, secuestros, asesinatos y un “Señor X” que nadie sabía quién era. Felipe González, el hombre que pasaba por allí mientras su Gobierno montaba una banda armada, nos da ahora lecciones en prime time sin haber pisado un juzgado. Y nos alerta con cara seria contra “los populismos”, como si él no hubiera presidido el periodo más turbio y corrupto de la democracia española.
Y ahora llega el episodio Leire Díez, asesora estrella de Santos Cerdán y posible “Koldo con tacones”. Según las grabaciones, trataba de desacreditar y descabezar a la UCO y entorpecer investigaciones sobre contratos públicos y los casos de los allegados del amado líder. Todo muy ético, muy socialista. Pero no se alarmen, seguro que es por una causa justa y superior. Aquí no se depura a nadie. Aquí se protege, se asciende o, como mucho, se cambia de ministerio o de empresa.
Porque lo grave no es que aparezcan estos personajes. Lo grave es que el ecosistema los genera y los alimenta. No son anomalías, son plantilla fija. El PSOE hace tiempo que dejó de ser un partido para convertirse en una agencia de colocación: fidelidad ciega, carnet al día y cero preguntas. Aquí, la disidencia interna se castiga más que la corrupción. Y proteger al sinvergüenza de turno es un acto de compañerismo.
Por eso, cualquier esperanza de una política decente no pasa por reformar el PSOE, sino por superarlo de una vez. Por construir alternativas reales que no dependan del presupuesto público ni del control mediático
Pero claro, todo esto se sostiene gracias a un colchón electoral que lo aguanta todo. Votantes que prefieren tragarse el sapo antes que itir que llevan décadas votando una estafa piramidal. Y otros que directamente viven del tinglado: sindicatos bien untados, asociaciones fantasmas, medios en nómina y observatorios que observan muy poco, pero cobran muy bien.
La pregunta, entonces, no es si el PSOE puede regenerarse. Es si quiere hacerlo. Y la respuesta es clara: no. Regenerarse implicaría desmontar el sistema que lo alimenta. Implicaría abrir ventanas, asumir errores, rendir cuentas. Pero el PSOE no respira con aire limpio. Necesita barro, necesita ciénaga. Porque si hubiera meritocracia o transparencia, no existiría.
Por eso, cualquier esperanza de una política decente no pasa por reformar el PSOE, sino por superarlo de una vez. Por construir alternativas reales que no dependan del presupuesto público ni del control mediático. Alternativas que no teman el escrutinio. Solo así podrá haber un verdadero cambio.
Mientras siga teniendo una parte del periodismo domesticado dispuesto a envolver toda esta basura en celofán, la impunidad seguirá blindada
Los escándalos de corrupción no son anomalías, sino parte del modelo. Desde los ERE hasta el clan Ábalos, el patrón se repite: clientelismo, adjudicaciones a dedo, comisiones y silencio institucional. Y cuando la justicia se acerca, la consigna es clara: cerrar filas, deslegitimar jueces y acusar de “facha” a quien señale lo evidente.
Nada de esto es casualidad. Es el resultado de décadas de construcción de un modelo basado en el control del relato. Porque la izquierda no solo reparte cargos, también reparte narrativas. Mientras siga teniendo una parte del periodismo domesticado dispuesto a envolver toda esta basura en celofán, la impunidad seguirá blindada.
Por eso, cualquier intento de cambiar algo no puede pasar por reformarlo. Hay que superarlo. Superar al PSOE y al sistema que lo protege. Construir una alternativa que no dependa del BOE ni del prime time. Una que no tenga miedo al control, al mérito ni a decir la verdad, aunque no encaje en el guion.
Pero mientras eso llega, seguiremos asistiendo al mismo teatro: otro caso, otra excusa, otra rueda de prensa sin preguntas y otro aplauso al sinvergüenza de turno. Porque aquí no dimite nadie. Aquí se premia, se recicla o se recoloca.
rafwings
29/05/2025 11:23
Triste pero real.Gran analisis de la situación Rosa,una vez mas acierta plenamente. Es tener el poder al precio que sea,sin importar el medio para conseguirlo,pura mafia. Lo mas penoso es que cuando cambie el color politico,no hagan absolutamente nada por evitar las mismas situaciones y que no se atrevan a sustituir a los cargos existentes que nos llevan a esta situación.Puro complejo,ojalá me equivoque...un saludo
Flandes
02/06/2025 01:44
Enhorabuena, Dña. Rosa, por su magistral análisis de esa ma fia llamada la P$O€. Los conoce usted muy bien. Mi opinión es totalmente coincidente con la suya. Saludos y hasta la próxima.