Moncloa entra en una guerra inesperada y de consecuencias imprevisibles. Prisa, el grupo editor del diario El País y de la Cadena SER, dirigido por el empresario francés de origen armenio Joseph Oughourlian, planta batalla a Pedro Sánchez. El conglomerado mediático no se pliega al deseo del Ejecutivo de crear una nueva cadena de televisión, ideológicamente cercana a los postulados monclovitas, para romper la concentración empresarial del sector audiovisual español. El presidente de Prisa sostiene que se trata de una idea absurda en el actual contexto mediático, que lastraría aún más las cuentas de la empresa, la cual batalla por saldar una deuda de centenares de millones.
Por todo ello, Oughourlian ha tomado cartas en el asunto y ha provocado la salida de dos afines al Gobierno del organigrama de la compañía: el consejero delegado, Carlos Núñez, que ha dimitido, y el director de contenidos, José Miguel Contreras, que ha sido directamente despedido. Ambos, impulsores internos de la nueva cadena de televisión, eran considerados los hombres fuertes de Sánchez en el grupo mediático. El Ejecutivo, según las fuentes consultadas, está realmente preocupado, hasta el punto de que hay quien prefiere perder algunas votaciones en el Congreso antes que perder el control de Prisa. El objetivo inicial del núcleo duro de Sánchez es no provocar un enfrentamiento abierto y "buscar un pacto de no agresión". Las fuentes consultadas consideran que eso "sería lo inteligente".
Pero otras apuntan que el empresario "se ha hartado" de Sánchez y temen que tanto El País como la Cadena SER cambien su línea editorial y sean "menos sumisos" a los intereses del presidente del Gobierno y sus ministros. Moncloa, en cualquier caso, se prepara para una guerra con el grupo mediático y se considera víctima de un acoso: "Estamos rodeados"; "como tenemos tantos amigos... otro más", comentaron este miércoles en el Congreso fuentes socialistas al trascender las informaciones de la guerra abierta en el seno del grupo. Por el momento, el Ejecutivo mide las fuerzas de cada bando dentro del consejo de istración, pero ya hay planes encima de la mesa para intentar descabalgar a Oughourlian.
El Gobierno busca sumar el 51% del capital de la empresa para forzar la salida de Oughourlian en la junta general de accionistas de junio. Moncloa, por el momento, cuenta con un grupo de accionistas españoles con una participación conjunta de alrededor del 17%. En este grupo, que está liderado por Contreras, están Global Alconaba, una firma encabezada por Andrés Varela, fundador de Globomedia, con un 7% del capital; Adolfo Utor, dueño de Baleària, que tiene otro 5,4%; y Diego Prieto, fundador y presidente del Grupo SSG, una compañía dedicada al transporte sanitario, con otro 3,1%. La clave ahora está en lo que puedan hacer Vivendi, que tiene un 11,79%; la familia Polanco, con un 7,6%; el magnate mexicano Carlos Slim, con un 7%; y el Banco Santander, con otro 4%. Oughourlian tiene garantizado, de momento, el apoyo de Vivendi, pero el Gobierno está presionando al conglomerado francés para que cambie de bando.
En el PSOE temen que El País vire hacia posiciones ideológicas contrarias a sus intereses. Hay quien teme que el exdirector y presidente de honor, Juan Luis Cebrián, vuelva a tener relevancia en el buque insignia de Prisa. Los socialistas están en o permanente con Contreras. No hay un solo movimiento que no esté informado. Para el Gobierno, en estos momentos, es fundamental la influencia en un grupo de medios tan relevante. Las fuentes consultadas iten que el núcleo duro del Gobierno está empeñado en abrir ese canal mediante una nueva señal de TDT. De hecho, Sánchez situó a Antonio Hernando, hasta septiembre director del jefe de gabinete de Presidencia, en la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones, desde la que, como explican fuentes socialistas, puede controlar las regulaciones de las licencias de televisión.
La idea es aprovechar un cambio técnico que mejorará la definición de la señal digital para ocupar el hueco en la banda de emisión con otro canal. Y José Miguel Contreras, gurú del presidente del Gobierno, alentaba la jugada en plena cruzada de Moncloa contra la prensa tras el estallido del caso Begoña Gómez, mujer del presidente. El núcleo duro del Gobierno veía con buenos ojos un nuevo altavoz mediático al que poder influir editorialmente con el fin de lograr ayuda para permanecer al frente de las riendas del país pese a los problemas que enfrenta el presidente.
La conjunción entre Sánchez y Contreras es total. El empresario, exdirector ejecutivo de La Sexta, ejerce una gran influencia sobre el presidente del Gobierno, la misma que también ejerció, hasta su fallecimiento hace un año, Miguel Barroso, el otrora secretario de Estado de Comunicación de Zapatero y fundador de Globomedia. Sánchez no acostumbraba a tomar una sola decisión sin consultar a los dos, y ambos remaron desde dentro para que Prisa volviera a ser un medio afín al inquilino de Moncloa. Es más, tras el fallecimiento de Barroso, la compañía ascendió a Contreras a jefe de contenidos, atalaya de la que ahora ha sido derribado.
PASTEL DE CIERVA
27/02/2025 09:38
Es sencillo Mariezú, a Prisa que se le condonen todas las deudas y que las asuman todos los españoles. Otra operación histórica de compra de votos, en este caso, a los accionistas.