Los gobiernos autonómicos del Partido Popular están con la mosca detrás de la oreja por los temas que se van a debatir en la Conferencia de Presidentes del próximo viernes 6 de junio en Barcelona. Pese a que Moncloa acabó claudicando y ampliando el orden del día a varios asuntos que los 'populares' consideran imprescindibles, el ambiente está enrarecido.
Una de las quejas habituales en las reuniones con Pedro Sánchez, bien sea en estas conferencias o en las visitas de los presidentes a Moncloa, es la rapidez con la que el líder del Ejecutivo los 'despacha' sin hacer prácticamente caso a sus demandas.
Lo mismo sucedió en Cantabria el pasado mes de diciembre, cuando las 17 autonomías más Ceuta y Melilla fueron de mera comparsa al Palacio de la Magdalena. Todas, a excepción de los pocos feudos socialistas que resisten, 'denunciaron' "el folio en blanco" con el que Sánchez los recibió, acaparando toda la charla.
Seis meses después, hay asuntos importantes que abordar, especialmente la financiación autonómica. El pacto a escondidas del PSOE con ERC para la financiación singular de Cataluña, así como la condonación de toda su deuda, lleva 'quemando' al PP desde hace mucho tiempo.
Madrid, Andalucía, Baleares, Castilla y León, Extremadura, Aragón, Ceuta, Melilla, Galicia y muchas más alzarán la voz para poner solución a esto, y que el Gobierno dé las explicaciones oportunas. Sin embargo, el temor a un regateo del presidente del Gobierno está ahí.
"Es el elefante en la habitación", dicen fuentes directas en los ejecutivos regionales en referencia a cómo pretende Moncloa ignorar el debate sobre financiación. Del resto de asuntos añadidos a petición del PP, tales como el a la universidad, las explicaciones al apagón, inversión ferroviarias y acoso al Poder Judicial, entre otros, hay más esperanza en obtener avances.
Moncloa fijó ayer parte del argumentario, el cual orbitará en torno al plan de vivienda que presentó ayer el Gobierno. Pretenden triplicar la financiación estatal y blindar la vivienda pública durante años, mientras no actúan contra el desequilibrio de los alquileres y el valor de los pisos.
Pese al choque dialéctico, y el envío de cartas, parece que la reunión transcurrirá con aparente normalidad. La situación en las últimas horas fue crítica, especialmente la noche del lunes, cuando los barones levantaron la voz y amenazaron con no acudir si no se ampliaba el orden del día. Este viernes, otro 'asalto' más entre la España autonómica, claramente escorada hacia el centroderecha del PP, y una Moncloa en horas bajas.
Las comunidades tenían pensado levantarse de la mesa
A falta de tres días para la Conferencia de Presidentes que tendrá lugar en Barcelona el próximo 6 de junio, la situación entre las autonomías gobernadas por el Partido Popular fue límite. Tal y como informó Vozpópuli, la idea de los Ejecutivos regionales era ir a la capital catalana, pero con condiciones.
Si de aquí al viernes no se ampliaba el orden del día con los asuntos que piden, no escucharán lo que el presidente del Gobierno les tenga que decir. El plan que urdió el Partido Popular, tal y como conoció de primera mano este periódico, era el de acudir al saludo con el Rey Felipe VI y levantarse de la mesa en cuanto Pedro Sánchez comience a hablar.
Los gobiernos regionales en los que participa el PP mandaron este lunes una carta al ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, solicitando incluir ocho puntos en el orden del día del debate.
Quieren que, además de la vivienda y la financiación, temas que ha puesto sobre la mesa el Ejecutivo, se pueda hablar también de la financiación territorial, de la inmigración, de un nuevo plan energético, del déficit de profesionales sanitarios o de la retirada de los proyectos de ley de la reforma del Poder Judicial y del Estatuto del Ministerio Fiscal.