Cuando pensamos en las mejores playas de España, automáticamente nos vienen a la mente Ibiza, Formentera o las Canarias. Sin embargo, el título de "mejor playa del mundo" no está en el Mediterráneo ni en el Atlántico tropical, sino en Galicia. Concretamente, en la Praia de Rodas, una joya ubicada en el Parque Nacional Marítimo-Terrestre das Illas Atlánticas.
Este arenal, elegido por The Guardian como el mejor del planeta, es un espectáculo de la naturaleza: arena fina y blanca, aguas cristalinas en tonos turquesa y una laguna salada que parece sacada de un sueño. Pero, ¿qué la hace tan especial?
Un paisaje de postal (y protegido)
La Praia de Rodas no es solo una playa: es el corazón de las Illas Cíes, un archipiélago formado por tres islas (Monteagudo, do Faro y San Martiño) donde solo las dos primeras son visitables. Su forma de media luna une Monteagudo y do Faro, creando un istmo de arena que separa el océano de una laguna de aguas tranquilas, perfecta para bañarse con niños.
El está controlado (solo se permiten 2.200 visitantes diarios), lo que garantiza su conservación. Además, al ser parte de un parque nacional, está prohibido hacer ruido, llevar mascotas sueltas o acampar fuera de la zona autorizada.
Cómo llegar y qué hacer
Para pisar esta playa de ensueño, hay que tomar un ferry desde Vigo, Baiona o Cangas (las compañías Mar de Ons y Piratas de Nabia son las principales). El trayecto dura entre 40 minutos y 1 hora, y es recomendable reservar con semanas de antelación en verano.
Una vez allí, además de disfrutar de la playa, se pueden recorrer 4 rutas de senderismo señalizadas:
- Ruta do Faro das Cíes (vistas panorámicas).
- Ruta do Faro da Porta (acantilados espectaculares).
- Ruta do Alto do Príncipe (miradores al océano).
- Ruta do Faro do Peito (paisajes lunares).
Para pernoctar, el único camping de las islas permite alquilar tiendas o llevar las propias, pero las plazas vuelan.
¿Por qué supera a Ibiza y Formentera?
Mientras playas como Ses Illetes (Formentera) o Cala Comte (Ibiza) sufren masificación, la Praia de Rodas** mantiene su aura virgen gracias a su protección medioambiental. Aquí no hay chiringuitos ni hamacas: solo naturaleza en estado puro.
Además, su biodiversidad es única: delfines, araos (aves marinas) y fondos marinos repletos de vida la convierten en un santuario ecológico. Un dato curioso: el agua es más transparente que en muchas zonas del Caribe, según varios medios especializados en turismo.
Un tesoro (casi) secreto. La conclusión a la que llegamos es que Galicia guarda uno de los mayores tesoros naturales de Europa, y no es exagerado decir que la Praia de Rodas podría competir con cualquier paraíso tropical. Eso sí, su fragilidad exige turismo responsable: lleva contigo la basura, respeta las normas y disfruta de un lugar que, por suerte, sigue siendo un secreto a voces.
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