El Hospital público Universitario Puerta de Hierro Majadahonda de la Comunidad de Madrid desarrolla un Plan Individualizado de Atención Integral en Enfermedad de Parkinson que está permitiendo mejorar la calidad de vida de los pacientes.
El proyecto impulsado por la Unidad de Trastornos del Movimiento del Servicio de Neurología del Hospital Universitario Puerta de Hierro Majadahonda celebra su segundo año con resultados destacados. Esta iniciativa, que coincide con la conmemoración del Día Mundial del Parkinson, busca complementar la atención clínica con terapias no farmacológicas y un seguimiento médico integral a lo largo de toda la evolución de la enfermedad.
Durante 2024, el programa incorporó a 70 nuevos pacientes diagnosticados, derivados desde Atención Primaria. Además, se revisó la medicación de 422 personas con Parkinson que estaban hospitalizadas, y en el 45 % de los casos se realizaron ajustes en la pauta farmacológica. Estos cambios permitieron reducir un 12,9 % la estancia media en el hospital y un 17,7 % la tasa de mortalidad.
El Plan también ofrece programas específicos de ejercicio físico y apoyo neuropsicológico. En 2023, participaron 20 personas, con una edad media de 60,3 años, que asistieron semanalmente a 25 talleres de neuropsicología de 90 minutos y siguieron durante medio año un plan de entrenamiento físico personalizado, con sesiones entre tres y cuatro veces por semana.
Esta estrategia ha supuesto una mejora significativa en la ruta asistencial del paciente con Parkinson, al facilitar el directo y ágil desde Atención Primaria a especialistas en trastornos del movimiento. Así, se acorta el tiempo de espera para iniciar tratamientos y se reduce la ansiedad asociada a la incertidumbre del diagnóstico de una enfermedad crónica y degenerativa.
Gracias a la evaluación continuada por neurólogos especializados, también se han observado mejoras claras en síntomas motores y no motores: mayor estabilidad postural, menor riesgo de caídas, incremento de masa muscular y fuerza en las extremidades inferiores, mejor calidad del sueño y un impacto positivo en la salud mental y la calidad de vida en general. Además, se ha logrado ralentizar la progresión de la enfermedad. Todo ello es posible gracias al apoyo de financiación estatal que permite desarrollar este plan individualizado.