Vodafone España trabaja en todo lo que está en su mano para dejar la compañía lo más afinada posible de cara a su venta. El ruido de tambores apunta a Telefónica, algo para lo que ya se preparan los sindicatos del mayor operador de telecomunicaciones español por volumen de facturación, tal y como informó este diario.
Una operación, sea conTelefónica o conotra compañía, que está prácticamente condenada a producirse desde que hace ahora casi un año Vodafone fuese adquirida por la empresa de inversiones Zegona.
La corporación británica se debe a su vez a sus inversores, ciñéndose al lema 'Comprar, Arreglar y Vender'. Las dos primeras palabras de su leit motiv se dan ya por satisfechas, con el recorte de casi un 30% de la plantilla de Vodafone España, hasta reducirla a 3.000 trabajadores, y el ajuste de las tarifas para competir con mayor fuerza en el sector del bajo coste, donde la rumana Digi Mobil se muestra intratable -es líder en portabilidades- desde 2021.
Uno de los problemas para la ejecución de la compra o fusión del operador por parte de Telefónica -extremos que las fuentes consultadas por este diario dan como dos escenarios más que posibles- se encuentra en la deuda de Vodafone, que en la actualidad asciende a 3.500 millones de euros
Otra de las últimas informaciones que ha podido conocer este diario es la anticipación del bonus por cumplimiento de objetivos que cobran los empleados.
Fuentes consultadas por Vozpópuli aseguran a este diario que esta decisión ha sido tomada por José Miguel García, CEO de Vodafone España y directivo de la total confianza de Zegona, que se muestra satisfecho con el trabajo realizado por su plantilla y quiere reconocérselo. Fuentes del sector consultadas por este diario aseguran que este movimiento responde a apuntalar aún más la caja de la compañía de cara a una posible operación.
Si hay una compañía que puede hacer frente a estos compromisos financieros para fusionarse es Telefónica, en la que el Gobierno es accionista mayoritario y cuenta con Marc Murtra como su hombre en la misma, con mando en plaza para decidir con quién firmar una alianza
Por su parte, fuentes oficiales de Vodafone aseguran que este es el segundo año consecutivo en que el bonus de los empleados se paga en el mes de mayo y subrayan que no existe fundamento alguno para vincular este pago con especulaciones sobre movimientos corporativos. Señalan que la decisión responde únicamente a una razón práctica: reconocer y agradecer el esfuerzo de los empleados en un año especialmente exigente. Hay que subrayar que el año pasado el bonus fue acordado por la antigua dirección de la compañía, dependiente de Vodafone UK, matriz del operador, y no por Zegona.
De hecho, en esta ocasión cobrarán el 100%, tras haber cumplido con todos los anhelos de quien en su día ya lideró la reestructuración y posterior venta de Jazztel y posteriormente de Euskaltel.
Los escollos de la operación
Uno de los problemas para la ejecución de la compra o fusión del operador por parte de Telefónica -extremos que las fuentes consultadas por este diario dan como dos escenarios más que posibles- se encuentra en la deuda de Vodafone, que en la actualidad asciende a 3.500 millones de euros.
Si hay una compañía que puede hacer frente a estos compromisos financieros para fusionarse es Telefónica, en la que el Gobierno es accionista mayoritario y cuenta con Marc Murtra como su hombre en la misma, con mando en plaza para decidir con quién firmar una alianza que alumbraría el mayor operador de telecomunicaciones español tanto por clientes como por facturación. MásOrange está fuera de esta ecuación, toda vez que su deuda triplica la de Vodafone España, superando los 12.600 millones de euros.
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