Sabadell Urquijo apuesta por la proactividad como clave del éxito: "Invertir en 2025 exigirá romper moldes"

En un contexto global cargado de tensiones geopolíticas, incertidumbre económica y mercados impredecibles, Sabadell Urquijo lanza un mensaje contundente a los inversores: en 2025, la clave no será solo diversificar, sino ser proactivos y audaces. Así lo asegura Juan Carlos González, director de Inversiones de Clientes (Asset Allocation) de la entidad, quien anticipa una nueva era en la gestión de carteras, donde la pasividad puede salir cara.

“Vivimos un año marcado por la volatilidad y la inestabilidad, donde la política de Donald Trump ha introducido más ruido del esperado”, advierte González. Aunque algunas amenazas como los aranceles parecen por ahora contenidas, su impacto futuro sobre la inflación y el crecimiento sigue siendo incierto. En este escenario, el equipo de Sabadell Urquijo apuesta por una gestión activa, capaz de anticiparse a los movimientos del mercado, ajustar posiciones con agilidad y, si es necesario, cuestionar viejos dogmas, como el peso tradicional de Estados Unidos en las carteras.

En cuanto a la visión de mercado, González apunta que, aunque el crecimiento económico se ha desacelerado más de lo previsto, existen razones para un optimismo moderado, especialmente si se mantiene el tono transaccional de Trump y si la Reserva Federal cumple con las dos bajadas de tipos que descuenta el mercado. Europa, por su parte, ofrece signos positivos: Alemania muestra mejoras estructurales, la inversión en defensa sugiere un cambio de paradigma y España sobresale con un desempeño económico sólido.

Sobre la estructura de las carteras, Sabadell Urquijo mantiene una postura neutral en renta variable, pero con sesgo defensivo ante la posibilidad de nuevos episodios de volatilidad. En renta fija, la exposición es algo mayor, centrada en activos de calidad, como deuda soberana o crédito investment grade. En cuanto a los bonos de alto rendimiento, la entidad prefiere posiciones muy concretas y duraciones cortas, debido a unos diferenciales que no compensan el riesgo.

Una de las claves de 2025 será, según González, la flexibilidad y rapidez para adaptar las carteras. “La diversificación ya no es una novedad, pero sí lo es la forma en que se aplica. Necesitamos movernos con agilidad entre sectores, geografías y tipos de activos. No se trata solo de estar expuestos, sino de saber cuándo y cómo estarlo”, afirma.

A pesar del entorno convulso, los clientes de Sabadell Urquijo se muestran más tranquilos de lo esperado, probablemente debido al buen comportamiento de los mercados en 2023 y 2024, y a que identifican las tensiones actuales como factores exógenos, más relacionados con decisiones políticas que con desequilibrios financieros internos.

Eso sí, hay preocupaciones latentes: el rumbo del dólar, la sostenibilidad de la deuda estadounidense y la financiación del ambicioso plan de recortes fiscales de Trump. Todo ello hace prever que, aunque el escenario central es positivo, el camino no estará exento de sobresaltos.

“Para tener éxito en 2025, no basta con seguir el guion de siempre. Hay que escribir uno nuevo”, concluye González. Y ese guion pasa, irremediablemente, por la proactividad.

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