Lo ocurrido este miércoles en el muelle de La Restinga, en la isla de El Hierro, ha sacudido a Canarias con la violencia de una imagen imposible de ignorar: la tragedia migratoria que tantas veces se pierde mar adentro, esta vez se presentó ante nuestros ojos, en tierra firme. La escena fue tan inesperada como cruel.
Las muertes no llegaron flotando a la costa, sino que irrumpieron en el propio muelle, donde la vida parecía ya salvada. Un símbolo doloroso de que ni siquiera alcanzar suelo europeo garantiza la supervivencia. Este nuevo episodio en la ruta atlántica ha provocado una oleada de conmoción, pero también de indignación.
El vicepresidente del Gobierno de Canarias y líder del Partido Popular en el Archipiélago, Manuel Domínguez, ha sido una de las primeras voces en pronunciarse, y lo ha hecho con una mezcla de duelo y contundencia. “Lo ocurrido hoy en La Restinga es una tragedia, la cara más horrible de la inmigración”, declaró.
“Un drama que se repite desde hace demasiado tiempo en el mar que nos separa de África, pero que hoy ha sucedido de una manera inesperada y cruel en el mismo muelle”. Lejos de ofrecer un discurso meramente protocolario, Domínguez ha exigido una respuesta firme y sin reservas, apelando a todos los niveles de la istración.
“No se puede escatimar en medios humanos ni materiales para evitar que sigan saliendo cayucos de África hacia nuestras costas”, insistió. En un mensaje que apunta directamente a los responsables políticos que normalizan o relativizan la situación, añadió: “Si alguien cree que este modelo es apropiado, si alguien cree que la inmigración irregular en pateras o cayucos es viable, que deje la política”.
El dirigente popular señaló que el debate político ha centrado en exceso el foco en los menores migrantes no acompañados, un fenómeno que reconoció como grave, pero insuficiente para abarcar la magnitud del problema. “Hay que fijar la mirada en las medidas para evitar tragedias como las de hoy. Son muertes que nos deben pesar más que nunca”.
Domínguez ha cuestionado de forma frontal la actitud del Gobierno de España, al que acusa de no haber reclamado el apoyo necesario a las instituciones europeas. “Sigo sin entender por qué no se pide todo auxilio, ayuda o apoyo que sea necesaria a la Unión Europea por parte del Gobierno de España. No caben excusas”, lamentó. Con esta crítica, ha vuelto a poner sobre la mesa la falta de compromiso estatal y europeo con la realidad que vive Canarias, convertida en primera línea de una frontera sur que acumula cadáveres con demasiada frecuencia.
La intervención de Domínguez concluyó con una defensa de una política migratoria basada en la prevención y no solo en la respuesta. “Insisto, no se pueden escatimar medios ni ayudas. Controlar las fronteras salva vidas, luchar contra las mafias salva vidas, trabajar con los países de origen o de tránsito salva vidas. Que esta nueva tragedia no se olvide”. El dirigente popular ha hecho algo más que un pronunciamiento político: ha lanzado un grito que refleja el hartazgo de una tierra que se ha visto obligada a normalizar el horror. Una voz que exige que Europa y España reaccionen, por fin, antes de que el próximo drama vuelva a desbordar los muelles insulares.
maniquea
29/05/2025 13:00
Siii. Mucho horror y muchos lamentos, muchas muertes y muchos gastos sanitarios y de manutencion para menas e inmigrantes de orígenes variados.... Pero perseguir a las mafias que organizan la inmigración ilegal? No está ni se le espera....