El pasado curso 2021-2022, el Ministerio de Educación y Formación Profesional informó de la cantidad de alumnos con altas capacidades identificados en España: 46.236. La detección de esto es de lo más compleja. Para llegar a este punto, lo más importante es que los padres sean capaces de identificar que algo ocurre. Es en este momento cuando se solicitan las pruebas psicopedagógicas necesarias.
El Instituto Davidson ya informaba sobre ello en 2021. Los retos a los que estos pequeños se enfrentan son muy distintos a los del resto de sus compañeros. Lo que puede parecer desinterés y bajo rendimiento escolar puede ser todo lo contrario, como falta de estimulación y aburrimiento. Así, hay formas de identificar las altas capacidades, patrones que suelen ser comunes en este tipo de niños
Niños con altas capacidades
El primero de estos factores es el de la inquietud por saber. Esto les lleva a tener comportamientos como desmontar juguetes u objetos, puedes necesitan comprender su funcionamiento a la perfección. Su interés no es tanto divertirse con ellos, sino conocer sus mecanismos. Además, hay otra forma en la que se refleja el constante deseo por saber: preguntan por absolutamente todo.
Los profesionales de la salud hablan de la importancia de conocer las fases evolutivas de los niños para no entrar en confusiones. Todos los pequeños preguntan ‘por qué’, sobre todo entre los dos y cuatro años, pero aquellos con altas capacidades van un paso más allá. Además de mantener la curiosidad muchos años después, a estos no les vale una respuesta vaga, sino que necesitan detalles y datos concretos.
Si bien es cierto que para muchos padres esto puede resultar molesto y cansado, ignorar sus preguntas es todo lo contrario a recomendable. Lo más apropiado es fomentar esta curiosidad e interés por saber y, en definitiva, mantenerlos interesados y acompañarlos a investigar. Acudir a una biblioteca, buscar documentales o vídeos interesantes para ellos son algunas formas de hacerlo de manera sencilla, además de fortalecer el vínculo familiar.
Hábitos y costumbres
Además de preguntar constantemente y desmontar todo juguete u objeto de la casa, los niños con altas capacidades tienen otros hábitos y costumbres que les caracterizan. Los psicólogos hablan de que, con frecuencia, sueñan despiertos. En este proceso, la actividad mental se desvía temporalmente y se sumerge en fantasías, pensamientos o diversas imágenes.
Desde fuera puede parecer que simplemente el menor está distraído, pero el proceso es mucho más complejo. Está demostrado que aquellos que tienen la capacidad de hacerlo tienen una mayor creatividad y facilidad a la hora de encontrar soluciones a problemas o conflictos. Además, ayuda al manejo del estrés y a desconectar de la rutina, en ocasiones demasiado demandante.
Finalmente, el deseo por continuar explorando su realidad hace que muchos de ellos se resistan cada noche a irse a la cama. Las horas del día se les quedan cortas. Así lo explica un estudio de la Universidad de Michigan, en el que uno de cada cuatro padres afirma que sus hijos se encuentran demasiado ansiosos para irse a la cama, indicio de tener una alta inteligencia.