Aprovechar permisos, traslados al hospital o comprar la ayuda de los funcionarios. Un total de 187 presos han intentado darse a la fuga, sin éxito, de las cárceles españolas en los últimos diez años. El número de tentativas -algunas de ellas fueron grupales- registradas entre 2015 y lo que va de 2015 asciende a 129, según las cifras de Instituciones Penitenciarias a las que ha tenido Vozpópuli.
Pese a la exhaustividad de los controles y el refuerzo de las medias de seguridad en nuestras cárceles, las fugas -tanto las tentativas como las consumadas- siguen siendo una realidad en el escenario penitenciario de nuestro país. El año con mayor número de intentos frustrados fue 2023, con un total de 27 internos que participaron en 18 hechos. Esas cifras descendieron de forma notable el pasado 2024, cuando las tentativas de fuga se redujeron a 7, menos de la mitad que el año anterior.
La relación de estos intentos de fuga ha sido publicada por la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias a raíz de una petición en el Portal de Transparencia. El organismo que gestiona los 92 centros penitenciarios activos en España hace una distinción entre los intentos de fuga que se produjeron en las propias prisiones y los que tuvieron lugar en "secciones abiertas", unidades destinadas a los presos que cumplen penas privativas de libertad en régimen abierto. Es decir, pueden pasar el día fuera pero deben regresar a la noche. En este caso, los intentos de fuga suelen tratarse de internos que no vuelven a las secciones abiertas.
Información que afecta a la "seguridad" de las cárceles
El organismo que gestiona los 92 centros penitenciarios de nuestro país no suele facilitar este tipo de datos, así como información sobre los propios presos (traslados, permisos, etc.) De hecho, Instituciones Penitenciarias refleja en su respuesta que "habida cuenta de su estricto contenido, exhaustividad y características", la publicación de estas cifras "afectaría seriamente la seguridad de los establecimientos penitenciarios".
No obstante, accede a la solicitud de Transparencia, aunque no en su totalidad. Ofrece los datos globales de intentos de fuga, pero no los desglosa por centros penitenciarios. Hacerlo supondría "el riesgo de colocar a las instituciones penitenciarias en una situación de vulnerabilidad que comprometería seriamente la función pública que desempeña". Además, podría "en compromiso los planes y estrategias de seguridad de una institución pública como la penitenciaria".
Fuga 'de película' en el equipaje de otros presos
Aunque la mayoría de fugas son frustradas por el personal de los centros penitenciarios o las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, algunas son exitosas. Una de las más sonadas en los últimos meses fue la de un recluso de la prisión de Valladolid, ubicada en el municipio de Villanubla. El preso logró salir de la cárcel sin levantar sospechas oculto en el equipaje de tres compañeros que eran liberados ese mismo día.
El prófugo era Antonio Benito Moreno, hermano y lugarteniente del jefe del clan de Los Hilarios y condenado a 20 años de prisión por tráfico de drogas y otros delitos. Pese a que pudo fugarse del centro, las cámaras de seguridad le habían captado en el momento en el que se ocultó en una bolsa de gran tamaño y fue trasladado por los otros reclusos.
Tras varios meses de investigación, los tres cómplices fueron arrestados como presuntos autores de un delito de quebrantamiento de condena. El fugitivo, Benito Moreno de Los Hilarios, había sido localizado y detenido anteriormente por la Unidad Central Operativa (UCO).
