Gestionar trámites istrativos puede ser una tarea complicada. A finales de 2024, leíamos noticias que aseguraban que las pymes dedican, de media, alrededor de 41 horas al mes a lidiar con la burocracia, mientras que para resolver una solicitud pueden pasar hasta cuatro, cinco meses. Son datos que reflejan que la burocracia sigue siendo un gran obstáculo en nuestro día a día.
Muchos países tienen una asignatura pendiente: la digitalización de la istración pública. Aun así, la IA tiene el potencial para cambiar esta situación, al facilitar que los procesos sean más accesibles, comprensibles y efectivos para todos. Es decir, surge como una solución para modernizar y agilizar la gestión pública.
Entre los principales obstáculos que se encuentra la sociedad al tratar con la istración es el uso del lenguaje legal y istrativo. A menudo, resulta complicado de entender. En situaciones como estas es donde la IA puede ser muy útil. A través de algoritmos, se puede transformar el lenguaje legal y convertir los textos con un vocabulario más claro y sencillo. De esta forma, cualquier ciudadano podría comprender las normas y leyes con facilidad, lo que haría la vida más sencilla para todos y fomentaría una mayor confianza en las instituciones.
El tiempo medio para tramitar un expediente es de 334 días, superando los 12 meses en comunidades como Andalucía, Canarias, Murcia y Galicia (a pesar de que la ley establece un plazo de 180 días).
Sin duda, otro punto en el que la IA puede generar un impacto real es en la agilización de trámites istrativos. Actualmente, hemos normalizado esperar meses para obtener una respuesta o tareas como tener que presentar interminables documentos. Con la implementación de asistentes virtuales y sistemas de automatización, los ciudadanos podrían resolver gestiones de manera rápida y sin necesidad de desplazarse ni perder tiempo en largas colas y esperas. Esto optimizaría los recursos tanto para los s como para la propia istración.
No debemos olvidar tampoco que la IA puede tener un papel clave en la inclusión de personas con barreras para acceder a los servicios públicos. Actualmente, el tiempo medio para tramitar un expediente es de 334 días, superando los 12 meses en comunidades como Andalucía, Canarias, Murcia y Galicia (a pesar de que la ley establece un plazo de 180 días). Por este motivo, el uso de herramientas de accesibilidad, como la traducción automática y la lectura en voz alta, les facilitaría el a la información, o incluso personas con discapacidad o dificultades de idiomas podrían interactuar con la istración, garantizando una istración más equitativa y adaptada a las necesidades de todos los ciudadanos.
De todos modos, en la adopción de estas tecnologías debemos tener en cuenta otros retos como la protección de datos, la ciberseguridad y la necesidad de contar con regulaciones, para garantizar que la inteligencia artificial suma y no resta. Además, la digitalización debe tener en cuenta a aquellas personas que todavía utilizan los canales tradicionales para relacionarse con la istración.
En conclusión, y volviendo al tema inicial del artículo: ¿es posible que la IA transforme la relación entre la istración pública y el ciudadano? La respuesta es sí. La IA, que en un principio nos ha podido generar cierta incertidumbre a todos, puede ser una gran aliada. Su uso ético y efectivo puede convertir la burocracia en un recurso que logre acercar a los ciudadanos a la istración, y viceversa.
Hugio Cortada
Dirctor de Desarrrollo de Negocio de Serimag
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