Cuando algunos de los primeros despachos han acordado con la Casa Blanca destinar cerca de 1.000 millones de dólares a causas de su agrado y otros bufetes retiran sus políticas de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI), empiezan a producirse movimientos de empresas y abogados favorables a las pocas firmas que resisten la embestida de Donald Trump. Estas iniciativas se han visto respaldadas por los jueces, que han parado las órdenes gubernamentales contra los despachos que han recurrido. Especialmente, la juez federal que el pasado viernes ha bloqueado permanentemente la orden contra Perkins Coie por "inconstitucional".
El paso al frente más significativo lo ha dado Microsoft, que ha prescindido de los servicios de Simpson Thatcher & Bartlett en un caso significativo en EEUU y ha fichado a Jenner & Block. Esta contratación, que ha avanzado The New York Times, se ha interpretado como un apoyo a Jenner, uno de los bufetes que se han enfrentado a Trump, frente a Simpson, que ha pactado con la istración.
Se trata de una demanda ante el Tribunal de Cancillería de Delaware por la compra de Activision Blizzard por 6.900 millones de dólares.
Hasta el momento, la iniciativa que ha congregado a más empresas es un Amicus Curiae o documento legal de apoyo a la demanda de Jenner & Block que ha reunido a buena parte de los exsecretarios generales y directores jurídicos de Silicon Valley, el caso de Daniel Cooperman (Apple), Dorian Daley (Oracle), Mark Chandler (Cisco), Robert Chesnut (Airbnb) y Michael Jacobson (eBay), entre otros, además de William H. Neukom, ex vicepresidente ejecutivo y General Counsel de Microsoft.
Este documento cuenta con la firma de directores jurídicos actuales de multinacionales como Starbucks (Shelley Milano).
A esto se añade que estudiantes y júniors que se postulan para trabajar en despachos están dando la espalda a los que han pactado con Trump, según ha informado The American Lawyer respecto a Paul Weiss. Y es el caso de los al menos 1.100 estudiantes de Derecho que han firmado el Amicus Brief en apoyo de la demanda de Susman Godfrey.
Los primeros acuerdos con la Casa Blanca los han firmado Paul, Weiss; Skadden, Arps; Millbank, y Willkie Farr & Gallagher, el despacho en el que trabaja el marido de Kamala Harris, Doug Emhoff, por un montante de 340 millones de dólares.
El pasado 11 de abril fue el turno de Kirkland & Ellis, el mayor bufete en facturación del mundo, Latham & Watkins, A&O Shearman y Simpson Thacher & Bartlett. Cada uno ha pactado aportar 125 millones de dólares, mientras que Cadwalader, Wickersham & Taft ha prometido 100 millones.
Próximas reuniones con la Casa Blanca
En general, en estos acuerdos aceptan brindar cantidades millonarias en servicios legales gratuitos para impulsar la agenda del Gobierno federal, como el apoyo a veteranos o la lucha contra el antisemitismo, lo que incluye no tomar en cuenta elementos DEI en sus prácticas de contratación y asumir clientes sin importar su afiliación política.
Despachos señalados que han logrado mantener un perfil bajo prevén reunirse con la Casa Blanca en junio, según ha podido saber Vozpópuli Legal. Lo hará su representante.
No seguir las órdenes puede suponer que se revisen las autorizaciones de seguridad federal de los abogados para su suspensión, que se rescindan los contratos federales y que se restrinja el de los empleados a los edificios federales. Las decisiones de Trump afectan a la tutela judicial efectiva, vetan clientes y causas e impiden licitar con la istración, lo que puede suponer el 40% de la actividad de algunos bufetes en Washington.
Brad Karp, Chairman de Paul Weiss, ha explicado que iban a demandar a la istración pero llegaron a un acuerdo porque incluso una victoria en la Corte no borraría la percepción entre los clientes de que eran persona non grata para el Gobierno
Las firmas más expuestas son las que han trabajando para la istración Biden, para los demócratas o Hillary Clinton, como Perkins Coie, o que tienen o han tenido abogados que hayan participado en alguna causa contra Trump, o contra el asalto al Capitolio, el caso de Paul, Weiss -señalada porque un exabogado de la compañía, Mark Pomerantz, fue parte central de una investigación que emprendió la Fiscalía del distrito de Manhattan en torno a las finanzas de Trump antes de que asumiera la Presidencia-. WilmerHale, Jenner & Block, Covington & Burling y Susman Godfrey se encuentran en situación parecida.
Perkins Coie, WilmerHale, Jenner & Block y Susman Godfrey han demandado a la istración. De momento, los jueces están bloqueando las órdenes. Más de 500 despachos se han adherido a una circular en apoyo de Perkins Coie o Amicus Brief que han promovido profesores de Derecho y organizaciones de Derechos civiles. Según The New York Times, ninguna de las 10 mayores firmas se ha sumado.
Los despachos americanos en España "reponderan" sus criterios de selección por la presión de Trump, según ha informado Vozpópuli Legal. Es el caso de A&O Shearman, Hogan Lovells, Latham & Watkins y White & Case. También bufetes que no han sido señalados, como Dentons y DLA Piper.
jrhbasan
06/05/2025 14:23
Morirán todos antes de llegar a la orilla Jallsco Trump nunca pierde. Al tiempo.