Internacional

Al servicio de las élites corruptas: Putin sigue el rastro del dinero en Ucrania

¿Realmente hay intereses económicos por parte de Putin para continuar con el conflicto? ¿Cuál es la verdadera estrategia del mandatario ruso?

"Rusia es una dictadura en la que no hay disidencia interna y en la que se eliminan con la mayor crueldad y violencia imaginables las minorías. Una dictadura en la que el resentimiento de Vladímir Putin y la élites rusas impulsan una versión sesgada de la historia para justificar su relato y continuar con la contienda".

La guerra en Ucrania cumple tres años y tres meses y pese a que se plantean las negociaciones por la paz, lo cierto es que toda intención por parte de Rusia siempre se desvanece, lo que invita a pensar en que, quizá, detrás haya otros intereses.

Durante días, los tanques del Ejército ruso se agolpaban en la frontera con Ucrania, como expectantes a recibir una señal que dijera: "Adelante". Y así fue, el 24 de febrero de 2022, Putin avisó a sus tropas. Comenzaba la invasión a Ucrania.

Más de tres años después, parece que los esfuerzos por poner fin al conflicto son inútiles. También parecen serlo las acusaciones contra el líder ruso, ya que continúa exportando elementos tan enriquecedores como el gas y el petróleo

El presidente del país desde 2012 consigue que, aun con sanciones y la presión internacional, la dependencia de las exportaciones rusas de gas y petróleo siga siendo notable en Europa pese a la guerra y a los intentos infructuosos de reducir su supeditación a Rusia. No solo eso, tener como aliado a China disminuye su déficit tecnológico.

Pero, ¿realmente hay intereses económicos por parte de Putin para continuar con el conflicto? ¿Cuál es la verdadera estrategia del mandatario? ¿Le afectan realmente las saciones?

La economía de Rusia, cada vez más débil

Tal y como explica a Vozpópuli Juan Moscoso del Prado, senior fellow del Centro de Economía Global y Geopolítica de Esade (EsadeGeo), "Rusia es un economía cada vez más débil, pero es una economía que se asienta sobre un territorio gigantesco que es la base estructural e histórica de su fuerza".

"Nadie puede arrebatarle ese territorio", dice para añadir que, además, "es un país que produce y exporta muchísimo petróleo, así como materias primas estratégicas y eso le permite el a divisas".

En este aspecto, según Andrés Gómez, vicechancellor for International Relations de ESIC, Rusia se está viendo afectada en "tres ejes". El primero, con un "impacto severo pero contenido", ya que "las sanciones han afectado sectores clave como energía, tecnología y banca pero no lo suficiente para quebrar el soporte interno hacia Putin".

Putin quiere preservar su poder, con una guerra que "refuerza el control interno del Kremlin y justifica las medidas autoritarias eliminando cualquier oposición interna".

El segundo, mediante la "adaptación parcial en la que Rusia ha redirigido exportaciones a Asia (especialmente China e India) y ha creado mecanismos financieros alternativos". El tercero, la presión es ·creciente" y el paquete número 17 de sanciones "apunta a cortar ingresos del petróleo transportado por la llamada 'flota clandestina'".

Así, "a pesar de su decadencia económica, industrial y tecnológica, consigue compensar su déficit tecnológico con apoyo de China, que es un actor muy relevante en este caso", explica Moscoso del Prado.

 IMAGEN: Vladímir Putin y Xi Jinping en Moscú. EFE

Las élites y oligarquías rusas que rodean a Putin

Pero el gigante asiático no es el único protagonista en esta historia. Los recientes movimientos en el despacho con más poder del mundo dejan a un presidente de Estados Unidos que tampoco ayuda en la ecuación. Pese a postularse como el mensajero de la paz y asegurar que terminaría con la guerra "en 24 horas", sus intentos de reunir a las delegaciones no han sido fructíferos. 

"Putin no tiene un proyecto para su sociedad ni para su gente, tiene un proyecto solo para unas élites que son corruptas y que están al margen de cualquier tipo de legalidad y de control", señala el experto de Esade, algo que atrae, presuntamente, a Trump.

"El republicano tiene interés también en hacer negocios con esos oligarcas, es lo que está haciendo EEUU, es la tendencia en estos últimos meses", añade. Putin se rodea de nombres tan influyentes como Mikhail Mishustin, Marat Khusnullin, Nikolai Patrushev, Sergei Kiriyenko o el Patriarca Kirill, de la Iglesia ortodoxa rusa.

 IMAGEN: Vladímir Putin y el patriarca Kirill este mismo sábado. EFE

"Parece que el motor que mueve a EEUU es hacer negocios para la nueva élite norteamericana y hacerlos por encima de los principios que el país siempre había tenido. Esto es lo que es muy preocupante para los europeos", añade.

El interés económico para que la guerra en Ucrania continúe

Por lo tanto, interés económico lo hay y, tal y como explica el experto del ESIC, esa disposición del mandatario para continuar con el conflicto podría deberse, entre otras cosas, a que quiere un "control de recursos", ya que las regiones ocupadas tienen un enorme "valor estratégico y económico (minería, agricultura, energía)".

Asimismo, quiere preservar su poder, con una guerra que "refuerza el control interno del Kremlin y justifica las medidas autoritarias eliminando cualquier oposición interna". Quiere lograr el "control narrativo interno" y lo hace a través del uso de "la retórica de paz para mantener el apoyo interno y justificar la prolongación del conflicto". 

Y, por último, desea continuar con el control de los "mercados energéticos: "Quiere mantener la tensión y eleva los precios del gas y petróleo, beneficiando a corto plazo a Rusia".

Según Moscoso del Prado, "a pesar de su debilidad, puede resistir mucho". Sin embargo, "la capacidad de aguante de Rusia es subjetiva", debido a que tiene gran relevancia "el factor humano".

"Es una sociedad muy envejecida, con una esperanza de vida muy corta, la gente muere, tiene altos índices de enfermedad, niveles de alcoholismo elevadísimos y está perdiendo a gente joven en esta guerra", explica.

Putin quiere ganar tiempo fingiendo disposición al diálogo para reducir la presión internacional mientras refuerza posiciones militares".

En la misma línea se pronuncia Gómez. Asegura que Putin está siguiendo una estrategia para conseguir tres aspectos cruciales como "ganar tiempo fingiendo disposición al diálogo para reducir la presión internacional mientras refuerza posiciones militares".

También pretende "dividir a occidente". "Busca explotar las diferencias entre aliados de Ucrania y generar disensiones en la Unión Europea", como está ocurriendo con el distanciamiento del resto de los Veintisiete de, por ejemplo, Hungría". 

"A Putin lo último que importa es su población, tiene un proyecto melancólico, quiere una Rusia imperial como cuando las fronteras llegaban hasta las potencias europeas", concluye el experto en relaciones económicas internacionales de Esade.

 IMAGEN: Fiesta de Putin por el Día de la Victoria. Europa Press

 

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