"He malcriado a los jugadores. No culpo a los futbolistas, yo soy el único responsable. Algunos jugadores están confundidos y yo he participado en su confusión. La mejor manera de que lo entiendan es que otros hagan lo que yo no he sido capaz. No me han gustado muchas de las actuaciones de los últimos días y debo echarme la culpa a mi mismo". Con estas palabras, pronunciadas el 27 de febrero de 2006, se despidió Florentino Pérez por sorpresa del Real Madrid en su primera etapa.
De aquello aprendió Florentino dos cosas. La primera, como ha comentado a su gente de confianza, que entonces sólo cometió un error, "irme". Lo que invita a pensar que esta vez no habrá huída del presidente bajo ningún concepto. La segunda, que el vestuario era el único estamento del club que podía desestabilizarle y por ello debe tenerlo controlado. Esa es la verdadera razón que le va a llevar a despedir a Rafa Benítez.
Como adelantó Vozpópuli la pasada semana, a la vuelta del partido ante el Villarreal, en el que el Real Madrid cayó derrotado (2-1), el presidente mantuvo una conversación con el capitán Sergio Ramos. De aquella charla el presidente extrajo una conclusión clara, el vestuario no respalda al entrenador. Pero Benítez aún era 'útil' para el presidente. Florentino no quería gastar la bala del entrenador tan temprano, por lo que que acudió a El Larguero, desde donde mandó un mensaje contundente al vestuario: "Los entrenadores los nombra el club y Rafa Benítez ha venido a resolver un problema y es la solución, no el problema".
La decisión de despedir a Ancelotti sirvió para unir en su contra a un vestuario en el que mantenía una relación tirante con muchos jugadores como Cristiano o Ramos
Florentino se convertía en el único avalista del entrenador. Sin embargo, en las últimas semanas se han sucedido los incidentes entre Benítez y la clase media del equipo. Isco, Jesé, James o Kroos han protagonizado encontronazos con el técnico, después de los cuales han mostrado su deseo de salir del club. Algo que ha terminado por convencer a Pérez, que ha tirado la toalla y ya planea sustituir al madrileño. En un primer momento se habló de Zidane, pero Florentino no quiere quemar al francés utilizándolo como bombero.
El presidente hace meses que no es benien recibido en el vestuario del Real Madrid, salvo por Pepe, al que los jugadores señalan como el topo del presidente. De hecho, hay varios compañeros que no tienen casi relación persoanl con él. El pasado domingo Sergio Ramos, que ha vivido un verano muy tenso con el dirigente a consecuencia de su renovación, dejó un mensaje inquietante en la zona mixta: "Si el presidente dice que Benítez es la solución, lo será. Nosotros somos peones y él es el rey". El vestuario está en pie de guerra con el presidente, un enfrentamiento cuyo detonante fue el despido de Carlo Ancelotti, algo que sirvió para unir al vestuario en contra del presidente.
En medio de esta tesitura, Jose Mourinho fue despedido del Chelsea hace unos días, poniendo a tiro al portugués. Florentino tiene buen concepto de The Special One, aunque ite que el final de su primera etapa fue demasiado tumultuoso. Y sabe que si hay un técnico capaz de domar a ese vestuario, ese es Mourinho. El mejor de los escudos para esta guerra que libra con el vestuario y en la que Benítez se ha convertido en una víctima colateral. La cuestión es calibrar si la contratación de Mourinho arregla más problemas de los que provoca.
