Defensa

Una fragata española sale al paso de un convoy ruso en el mar de Alborán

El Mando Operativo Marítimo encomendó el seguimiento a la Álvaro de Bazán tras su regreso del Mediterráneo en una misión con la OTAN

La fragata Álvaro de Bazán, de la Armada española, ha protagonizado un nuevo episodio de seguimiento de buques de bandera rusa a su paso por aguas de soberanía o interés nacional, en este caso en el mar de Alborán. Se da la circunstancia de que la fragata acababa de regresar de un despliegue con la OTAN en el Mediterráneo, para garantizar la navegación por la región, donde también monitorizó la actividad de otras embarcaciones militares rusas.

Según la información que aporta el Estado Mayor de la Defensa (EMAD), la fragata Alvaro de Bazán, inmediatamente después de concluir su despliegue con la OTAN en el Mediterráneo, fue asignada por el Mando Operativo Marítimo para efectuar el seguimiento de un convoy ruso.

Las embarcaciones se encontraban en el mar de Alborán, en navegación hacia el Estrecho de Gibraltar. Y, según los informes recibidos, estaba compuesto por unidades civiles y militares rusas. La fragata Álvaro de Bazán, que se encontraba en Cartagena, salió inmediatamente al paso para interceptar el convoy.

Cuando llegó a la región específica, la fragata española pudo acreditar la presencia de dos buques mercantes, el General Skobelev y el Sparta IV, ambos de bandera rusa. Poco después localizó también a la fragata Almirante Grigorovich, dotada de modernos sistemas de armamento y que entró en servicio en 2015 para la Armada de la Federación Rusa. Ésta última ofrecía labores de escolta a las dos primeras.

Seguimiento durante varias jornadas

“Durante varias jornadas de navegación, la Álvaro de Bazán ha mantenido la vigilancia naval sobre los buques rusos hasta que alcanzaron aguas de soberanía portuguesa -detallan desde el EMAD-. En este punto, un patrullero portugués se encargó de continuar con el seguimiento del convoy mientras navegaban desde el océano Atlántico hacia el norte. A partir de entonces, la fragata navegó en demanda del Arsenal de El Ferrol, donde ya se encuentra atracada”.

El EMAD recuerda que durante su despliegue en el Mediterráneo con la OTAN, la fragata española también estuvo realizando cometidos de vigilancia de distintos buques rusos, entre los que figuraban el submarino ruso Krasnodar y las fragatas Almirante Golovko, así como la Almirante Grigorovich -ahora interceptada en el mar de Alborán- en aguas del Mediterráneo oriental.

La nueva actividad de la Álvaro de Bazán se enmarca en las operaciones de presencia, vigilancia y disuasión asignadas a las Fuerzas Armadas, para la salvaguarda y defensa de puntos estratégicos para la seguridad nacional desde diversos ámbitos, por tierra, mar y aire y, además, en el espacial y ciberespacial.

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