Canarias

Canarias se agarra a la energía flotante para evitar los apagones

El Gobierno de Canarias negocia su despliegue en el sur de Gran Canaria en áreas con un calado de hasta 8 metros

La fragilidad del sistema eléctrico canario ha llevado a los gobiernos central y autonómico a negociar una medida extraordinaria para evitar futuros apagones. Canarias está explorando la adquisición urgente de energía a través de buques generadores, un procedimiento que se tramita por la vía de emergencia, sin licitación pública. La confirmación oficial, obtenida por Vozpópuli, apunta directamente a proveedores como el gigante turco Karpowership como la alternativa más probable para blindar el suministro del archipiélago. Hace décadas en el puerto de Santa Cruz de Tenerife hubo un buque generando energía por problemas de generación.

La preocupación de las autoridades canarias es palpable. La reciente cadena de tres apagones en solo 42 días en La Palma, una isla con apenas 80.000 abonados —el equivalente a un par de calles de Las Palmas en el barrio de La Isleta—, ha encendido todas las alarmas. Sin embargo, los verdaderos motores económicos de Canarias son islas como Gran Canaria y Tenerife, donde la maquinaria de generación de energía "está al borde de su obsolescencia este 2025", según informó Vozpópuli este mes de junio. Un apagón en estas islas podría no solo paralizar la actividad, sino también causar un daño de imagen irreparable en un momento de alta ocupación turística. Un ejemplo de ello es el apagón que sufrió Tenerife en agosto de 2019, sin olvidar que un reciente corte de luz en la Península ya impactó en la seguridad tecnológica de servicios públicos en Canarias. Esta situación subraya la imperiosa necesidad de respuestas preventivas inmediatas.

Sin tiempo para experimentos verdes

El Gobierno de Canarias, con financiación del Estado, está negociando un convenio con un proveedor de este perfil, según ha confirmado el consejero de Transición Ecológica, Mariano Hernández Zapata (PP), a Vozpópuli. Zapata ha explicado que, debido a la declaración de emergencia energética, no es necesaria un informe vinculante de impacto ambiental ni la libre concurrencia en el proceso, agilizando así la operación. Aunque la ubicación del buque no está cerrada, la lógica apunta a Gran Canaria, probablemente en el sur de la isla, dadas las infraestructuras portuarias y energéticas existentes. 

En las islas, que carecen de redes de interconexión con otras islas o Península (salvo entre Fuerteventura y Lanzarote), las plantas de generación deben operar de forma constante, ya que las energías renovables, por sí solas, no pueden garantizar la seguridad del suministro. De hecho, los nodos de la red están saturados para verter nueva energía renovable, salvo en casos de autoconsumo.

Karpowership

Ante la acuciante situación, la atención institucional se centra en proveedores globales de soluciones flotantes como Karpowership. Esta empresa turca, que en la República Dominicana generó disturbios y debió abandonar por rechazo social en 2022, ha demostrado su eficacia en contextos de crisis energética en todo el mundo como Ucrania. La principal ventaja de sus 'Powerships' es su capacidad de despliegue casi instantáneo, poniendo en marcha un suministro eléctrico significativo en apenas 90 días tras el cierre financiero. Su historial incluye su presencia en territorios insulares de Indonesia (aportando entre el 10% y el 80% de la generación total en islas clave), Cuba (suministrando el 10% de la demanda) y zonas continentales como Guinea Bissau (cubriendo el 100% de su energía desde 2019), además de haber desplegado ocho Powerships en África en países como Sierra Leona, Guinea, Gambia, Senegal, Sudán y Zambia.

Más allá de la velocidad, la flexibilidad y eficiencia de estos buques, son cruciales. Karpowership ofrece un servicio "llave en mano", desde el diseño hasta el suministro de combustible y el mantenimiento. Sus embarcaciones no solo son "más eficientes que las centrales terrestres construidas con la misma tecnología" gracias a su diseño compacto y refrigeración por agua de mar, sino que además son "dual-fuel". Esto les permite operar con diversos combustibles (HFO bajo en azufre, gas natural o GNL), ofreciendo un rendimiento de hasta el 51% en ciclo combinado.

Esta adaptabilidad de combustible podría ser vital para Canarias en su transición. Además, algunos modelos pueden desalinizar hasta 10.000 metros cúbicos de agua al día, un valor estratégico fundamental para unas islas con recursos hídricos limitados en caso que un apagón agote los reservas de tres días que tiene Las Palmas en materia de agua.

La lección de Ghana

El caso de Ghana es paradigmático. Tras años de constantes cortes de suministro por problemas en sus centrales hidroeléctricas y la dependencia de gas con deudas impagas, la llegada del Powership Osman Khan en 2019 fue un punto de inflexión. Aunque inicialmente operó con HFO a un coste elevado, su posterior conversión a gas natural generó un ahorro estimado de 480 millones de dólares anuales. El presidente ghanés, Nana Akufo-Addo, ha destacado cómo el gas natural "reduce el costo de la electricidad" y asegura una "fuente segura de energía para la transformación económica". Este modelo híbrido, capaz de operar con combustibles fósiles y avanzar hacia el gas (e incluso GNL con unidades flotantes de almacenamiento y regasificación FSRU), ofrece un abanico de opciones a Canarias.

Para Gran Canaria, con un sistema eléctrico tensionado por el aumento de la demanda turística invernal, el cambio de horario y la fragilidad evidenciada por los apagones de La Palma, la opción de un Powership representa para sus autoridades un salvavidas inmediato. 

Su capacidad de arranque en negro, durabilidad y control de voltaje y frecuencia lo convierten en un potencial aliado robusto para un sistema aislado. Aunque la ubicación definitiva del buque en Canarias está por decidir, la velocidad de despliegue y la flexibilidad operativa de estas soluciones flotantes ofrecen una vía pragmática para asegurar la estabilidad del suministro. Si bien la meta a largo plazo sigue siendo la plena descarbonización con energías renovables y almacenamiento en tierra, la realidad de la emergencia exige respuestas rápidas. Los buques generadores de Karpowership se presentan como una opción viable para que Canarias no se quede a oscuras mientras avanza hacia un futuro más verde y autosuficiente.

Compras de emergencia

Como resultado del proceso de emergencia energética de Canarias, DISA y Sampol han resultado adjudicatarias de cuatro proyectos estratégicos que suman en total 60 megavatios de potencia de respaldo y que ya han entrado en fase de información pública, paso previo a su ejecución. Las nuevas plantas se ubicarán en Gran Canaria (Telde), Tenerife (Los Realejos y Granadilla de Abona) y Fuerteventura (Puerto del Rosario). 

Entre ellas destaca la futura Planta de Emergencia La Garita, en Telde, que contará con una capacidad de 14,8 MW, distribuidos en ocho motores de ciclo Otto, una subestación elevadora de 66/11 kV, y un sistema de evacuación subterráneo hacia la subestación Cinsa-REE. Además, incluirá depósitos de almacenamiento de propano con una capacidad total de hasta 1.400 metros cúbicos. En Tenerife, DISA desarrollará otras dos plantas similares en Los Abrigos (Granadilla de Abona) y Los Realejos, también con 14,8 MW cada una y alimentadas por gas propano, mediante depósitos propios y conexiones eléctricas a subestaciones cercanas. Cada una de estas instalaciones supera los 21 millones de euros de inversión, e incluirá las infraestructuras necesarias para el almacenamiento y transporte seguro del combustible.

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