Cultura

Veintiuno publica 'La balada de Delirio y Equilibrio': "Nuestro camino ha sido el de la constancia y la paciencia"

La banda presenta nuevo disco, una obra que fusiona amor, incertidumbre y nostalgia en un viaje sonoro único, lleno de emociones y matices personales

Veintiuno sigue demostrando que es una de las bandas más originales y emocionantes de la escena musical actual. Con el lanzamiento de su nuevo disco, La Balada de Delirio y Equilibrio, el grupo ha dado un paso más en su evolución artística, presentando un trabajo que destaca por su honestidad, su riqueza sonora y su capacidad para conectar con el público.

Veintiuno no es un grupo que haya irrumpido de golpe en la escena con un gran éxito viral. Su camino ha sido otro: “el de la constancia, la paciencia y la búsqueda honesta de nuestra propia voz”, según nos explicaron en una entrevista que realizamos en Vozpópuli. Sin saber hasta dónde les iba a llevar este viaje, siempre han seguido adelante, “subiendo la montaña poco a poco, sin prisas, pero sin pausas”. Y hoy, cosechan los frutos de esa perseverancia. Por eso, el pasado 3 de abril presentaron el disco por todo lo alto en el Teatro Magno, en un evento pensado para sus fans más fieles, que incluyó desde tatuadores hasta una tarotista.

 

El lanzamiento de su nuevo álbum ha supuesto un torbellino de emociones para la banda. Tras el esfuerzo y la entrega, llega esa sensación de "resaca emocional" que describen al enfrentarse a la respuesta del público. Y esa respuesta no ha podido ser mejor: "En los conciertos recientes, la gente ya corea sus nuevas canciones, incluso antes de su publicación oficial."

Un álbum marcado por el destino 

El 21 de septiembre de 2018, Veintiuno lanzó la canción "Delirio y Equilibrio", que dio pie a la creación de todo el concepto de su nuevo álbum. Esta canción marcó el comienzo de una nueva etapa para la banda, que con "La Balada de Delirio y Equilibrio" busca profundizar en la idea de las relaciones humanas y la complejidad emocional que las acompaña.

El disco no solo es una colección de canciones, sino una declaración de intenciones. Con letras que exploran el amor, la nostalgia y la incertidumbre, y una producción que mezcla sonidos electrónicos con su característico pop alternativo, el álbum representa una evolución natural para la banda.

El concepto del disco gira en torno a la idea del destino, las conexiones inesperadas y las historias que nos marcan sin que sepamos muy bien por qué. Influenciado en parte por una experiencia personal con el tarot, Diego —vocalista del grupo— encontró en esa simbología un reflejo de las casualidades, la duda y la búsqueda que también definen el recorrido del grupo. “La novela Nuestra parte de noche también fue clave para crear algunas de las atmósferas del disco, dotándolo de una profundidad especial”, añaden.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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La evolución de una banda sin atajos

A diferencia de otros artistas que explotan con un solo hit, Veintiuno ha ido ganando su espacio en la escena musical de manera progresiva. No han tomado atajos ni han forzado un sonido que no les representara. Han crecido de forma orgánica, encontrando poco a poco un público que los entiende, los sigue y, en muchos casos, los lleva tatuados en la piel, literalmente.

Su enfoque artístico también refleja esta filosofía. La estética visual del disco proviene de bocetos hechos a mano por el vocalista, en un estilo “naif” y espontáneo, inspirado en artistas como Basquiat. No es un diseño prefabricado para encajar en una moda, sino una extensión natural de su arte y su forma de comunicarse.

Colaboraciones que surgen de la iración mutua

Las colaboraciones en este disco han sido un reflejo de la autenticidad del grupo. Sebastián Llosa los ó directamente, con Siloe ya existía una relación previa, la colaboración con Iván Ferreiro surgió de forma espontánea, y con Malena se dio en Buenos Aires tras descubrir y irar su trabajo. Nada fue forzado, sino que todo fluyó de manera natural, como cada paso que han dado hasta ahora.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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La cosecha de la persistencia

Veintiuno ha llegado hasta aquí sin prisa, sin quemar etapas. Han construido un camino propio, lejos de fórmulas prefabricadas y presiones externas, guiados por una brújula interna basada en la honestidad y la perseverancia. Y aunque ahora sienten que “el público está más receptivo que nunca a propuestas musicales que se salen de la norma”, reconocen que nunca imaginaron estar en este punto.

"No pensábamos que íbamos a llegar hasta aquí porque, sinceramente, no sabíamos qué era 'aquí'. Nunca tuvimos una meta clara. Solo queríamos hacer canciones que nos representarán y que emocionaran a alguien más. Lo demás ha sido un regalo."

 

Ese mismo espíritu se refleja en el proceso creativo del álbum. "La producción del disco fue también una etapa muy intensa y especial. Queríamos que cada canción tuviera su propio universo, pero que al mismo tiempo todas convivieran dentro de una narrativa común. Nos implicamos en cada detalle, desde la composición hasta la mezcla, y eso se nota en el resultado final."

Lejos de haberse acomodado, la banda sigue caminando con los pies en la tierra, impulsados por esa misma energía que los llevó a empezar: la necesidad de contar historias propias que resuenen en los demás.

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